viernes, 31 de octubre de 2014

Día y noche muy tristes.

No me ha gustado nunca la noche de antes de los Santos difuntos, pero este año aun será más triste y fea. Con tan solo 24 años de edad, una muerte improvisada y rápida se ha llevado a un niño lleno de alegría y de vida. Es el hijo de una prima hermana mía. Descansa en Paz Andrés Jurado y envianos fuerzas para seguir luchando en la vida nuestra diaria. Te querremos siempre. Descansa en Paz.

1 comentario:

  1. Un comentario de Teresa Dueñas, a la que me encanta leer y analizar.
    De vez en cuando ,la Vida te da zarpazos de alambre ensangrentando tus deseos de permanencia.La vida no es una sucesión de etapas temporales,espaciales que se nos ofrece cuando nacemos,es un instante de respiro,un calambre seco , un parpadeo que transforma luz en oscuridad.Sientes que el tiempo de partida no toca porque creemos que en cada momento somos inmortales y sólo la vejez nos hace mirar a un Futuro con "Fronteras", finito y algo cansado .Mientras vivimos dejando pasar el tiempo que nos asfixia para instalarnos en el futuro que ansiamos que llegue, lo que nos incomunica con la verdadera razón de los años.El tiempo es una repetición de actos,a veces cautivos,por el propio destino que ,día a día, nos trazamos como perspectiva de lo que está por llegar que a veces y sin consideración se adelanta brutalmente. No importa la edad cuando las uñas de la Ausencia definitiva te arrebata el proyecto vital, lo realmente esencial es que cada momento hayas sido joven y viejo,niño y adulto,vida y muerte. Porque ésta es el punto de arranque de aquélla, es el vértice que no vemos aunque de repente aparece súbitamente y nos despega de lo que deseamos y nos silencia para siempre los besos que están por dar,y nos amortaja sin escrúpulos ,arrollando el impulso que nos mantiene.
    Cuando la muerte coquetea con disparo certero en los otros,nos damos cuenta de la temporalidad de los años que no sabemos si nos quedan.

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