martes, 8 de abril de 2014
El comentario en la página de Acuide, nuestra Asociación de cuidadoras.
Tras cuatro jornadas de aprendizaje e información, se clausuró, en el Centro de Salud, el I Curso de Formación para Cuidadoras de Dependientes.
Han sido cuatro profesionales sociosanitarios los que han trasmitido sus conocimientos hacia un grupo de cuidadoras bastante variopinto,desde las que se estaban iniciando en esta ardua tarea del cuidado, cuidadoras "veteranas" ,cuidadorasescuchantes pasando su duelo,hasta cuidadoras en prevención. Todas formando un tapiz de deseos de captar información,adaptación y ayuda.Porque toda persona cuidadora sabe que, cuando se" engancha" en esta experiencia, va a necesitar "sobredosis" de apoyo,endógeno y en forma de recursos y hay que buscar los,configurarlos y Guardarlos en la mochila del aprendizaje para usarlos con habilidad y "gestión" emocional.Para evitar dolencias y sobrecargas que mejor que elaborar el" botiquín de las buenas prácticas" y llenarse de empatía, paciencia,entusiasmo y mucho tacto de sensibilidad.Porque una cuidadora nace con la imposición educaciónal y tradicional de generaciónes de atrás y asume su"cargo" como sus posibilidades de actuación le permitan.Pero técnica ni emocionalmente está preparada para digerir los ingredientes de una extensa y difícil tarea,de ahí la necesidad de envolverse en conocimientos para dosificar,resaltar y saber" respirar".Fundamental saber lo que significan y dignifican los cuidados dados a tu familiar dependiente y sobretodo aprehender a cuidarse: la existencia ahora gira delante de las manecillas del "reloj",es una arena hueca, que se desliza con dificultad por el angosto devenir del Tiempo y es ahora cuando necesitas mimarte,valorarte,no aislarse y compartir desvelos y angustias para transformarlos en cofre de experiencias positivas.
Cuidar es tarea "arriesgada",porque a lo largo de su trayectoria se van perdiendo actitudes,fuerzas y constancia,vida que das para respirarla en otra persona que te necesita.....!Es gratificante coger el pulso de esta dedicación! !
Sacado del Facebook de Acuide.
ACUIDE
lunes, 7 de abril de 2014
Clausura del Taller para cuidadoras organizado por Unidad de Gestión Clínica de Pozoblanco y Acuide.
Han sido pocas horas, pero lo hemos aprovechado al máximo y sacado el máximo provecho de cada jornada.
Cada cuidador y cada persona dependiente es diferente.
Llegará un momento en nuestras vidas que todos tendremos que ejercer de cuidadores, porque nuestros padres nos van a necesitar, sin duda alguna.
El mundo del cuidado es muy amplio y con muchas cosas por aprender. como siempre lo mejor de todo compartir dudas, experiencias y vivencias entre cuidadoras, ojalá que fuesen muchas más las que pudieran compartir vivencias, dudas y experiencias con nosotras.
Mi experiencia como cuidadora formal ha sido tan grata y agradable que me atrevo a decir que me comí las mieles de un cuidador, un caso de los que pocos hay.
Una señora que jamás quiso un pañal, a pesar de su enfermedad y estado de deterioro debido a su avanzada edad y enfermedad final.
No puedo decir que era una gran dependiente porque no la tuve metida en cama hasta los dos días antes de su muerte. Colaboró en todo lo que le pedía a pesar de sus iras, y su fobia al agua a la hora de su aseo personal.
Clausura y despedida de nuestro primer taller para Cuidadoras.
He terminado tumbada en una camilla para hacer los cambios posturales, puesta de pañal, me han lavado en seco y hasta un masaje he recibido, la ventaja de ser pequeñita de tamaño para entrar en una camilla un poco estrecha.
Como siempre que hacemos talleres de este tipo disfrutando de ellos y de compatir con otras cuidadoras muchas vivencias y experiencias que tenemos en común.
Muchas gracias a la Unidad de Gestión Clínica de Pozoblanco y los cuatro profesionales que han estado presentes.
Por supuesto a Acuide con Teresa Dueñas al frente de la Asociación por organizar junto a ellos este primer taller.
Deseando de volver a repetir.
Enhorabuena a todos.
sábado, 5 de abril de 2014
Un pequeño relato de mis vivencias de Cuidadora.
Se acerca el primer aniversario de la muerte de mi Princesa y me invaden muchos sentimientos.
Cada día la recuerdo y la echo de menos.
Reconozco que el buen sabor de boca que me quedó después de su fallecimiento hace que me sienta orgullosa de como lo hice hasta el final.
No dejo de emocionarme cada vez que veo fotos, escucho su voz o miro un precioso cuadro que me traje a casa para tenerla siempre presente.
Espero os guste:
.......Te has impregnado tanto de la tarea del cuidado, has respirado su corazón....,que ahora te afrontas a un duelo inquieto, silente, amarillo porque tu afanosa dedicación hacia "tu abuelita" creó un atisbo de vida deseante de inmortalidad ,de intemporalidad, de ahí su fortaleza a no apagarse, a des-existir.
Contigo seguro, los pliegues de su edad envejecida, se han vuelto pompas cromáticas de vida.....Has destapado su sonrisa lánguida y le has llenado de quietud y serenidad. Lo sé, ha sido así, a pesar de sus "iras".
.......Ya estás impregnada de la paradoja de la existencia....Ahora, guarda ese vínculo, comunícalo, desátalo.
Estas son las palabras de mi querida amiga Teresa Dueñas, presidenta de Acuide, asociación de personas cuidadoras de nuestras zona.
Palabras emotivas y que salieron del corazón el día que falleció la señora que cuidaba y que nos dejo el pasado 19 de Abril de 2013.
Cada día la recuerdo y la echo de menos.
Reconozco que el buen sabor de boca que me quedó después de su fallecimiento hace que me sienta orgullosa de como lo hice hasta el final.
No dejo de emocionarme cada vez que veo fotos, escucho su voz o miro un precioso cuadro que me traje a casa para tenerla siempre presente.
Espero os guste:
ME TOCASTE EL
CORAZÓN, PRINCESA.
Todo
comienza en un mes de Mayo, cuando cansada y agobiada con mi anterior trabajo
de venta de alimentación en mi negocio, decido que es hora de buscar
alternativas y salir a trabajar fuera del negocio familiar.
Me
pongo en contacto con la familia para ir a visitarla al hospital, pero me dicen
que la ambulancia ya esta preparada y se marchan para su pueblo. Concertamos
una cita para el día siguiente en la casa de mi princesita.
Nueve
de la mañana, un domicilio que no conocía de nada, un pueblo cercano al mío
pero que necesitaba coche para ir cada día.
Me
encuentro una señora mayor, con 87 años, en su silla de ruedas, su hija, una
nieta y un hijo allí esperándome para hablar conmigo y ofrecerme lo que
necesitaban para que su madre estuviese atendida durante todo el tiempo y de la
mejor manera posible.
La
casa me llenó de energía, nada de lujos, muebles y enseres los necesarios para
poder vivir cómodamente, mucha luz, el sol entrando por la puerta del patio,
justo lo que busco siempre que me es posible y que me sirve para recargar
pilas.
Me ofrecen quedarme al cargo total de
la casa, compras, comida, aseo, médicos, limpieza…
Al
principio me asusté, pero no me dio tiempo a pensarlo, necesitaban con urgencia
alguien que pudiera ocuparse de ella y atenderla en todas sus necesidades.
Arrastraba
desde tiempo problemas de deterioro debido a la edad y una demencia de tipo
vascular, necesita estar acompañaba y alguien que se ocupara en jornada
completa de ella.
Sus
hijos dormían con ella y la visitaban a diario, pero era imposible estar las 24
horas atendida porque todos tenían sus trabajos y familias.
Con este horario, incluidos algunos fines de semana estuve con
ella casi 365 días. Su casa se convirtió en mi nuevo hogar salvo las horas de
tarde-noche que yo regresaba a mi casa con mi marido y mis hijos.
En esta etapa por supuesto agradecer
al maravilloso marido y padre que tenía en casa y que se ocupó de mis hijos en
todo momento a la perfección.
Una
rutina diaria, de levantarla, aseo, desayuno,
pasear, charlar, recitar poesías y sobre todo de querernos y adorarnos
mutuamente.
Casualidades
de la vida, esta buena mujer trabajadora y luchadora desde siempre había estado
con mi padre en el campo, cuando mi padre era un chavalito joven y cuando se
quedaban en el campo para poder llevar algo de dineros a sus casas, siendo casi
niños.
Ella
le había lavabo ropa a mi padre, preparado de comer y mira por donde 50 años
después yo sería la que haría esas cosas a ella.
Desde
el primer momento me dieron la llave de la casa, me explicaron como desayunaba,
que me sorprendió su cazo de metal viejecito que migaba con su pan cada día, Le
gustaba a ella partirlo y echarlo a su leche, y asi cada día hasta que las
ganas de comer anunciaban su final.
Disfruté
tanto con ella, que lloro su ausencia, creo que aun no he pasado el duelo que se siente cuando
pierdes a alguien que te roba parte de tu corazón.
Ella,
era una mujer de hacer tareas, de bordar, de hacer punto, de encajes de
bolillos, de todo lo que saben hacer
esas mujeres noriegas que no se le caen los anillos para nada. A todos les
tenía echas colchas, pañitos, encajes y todo lo que se puede imaginar de
mujeres de estas cualidades.
Yo
le ayudé a que volviera a caminar, la rehabilitación cada día, pasito a pasito,
le costó pero volvió a caminar al menos para salir a su patio a tomar solecito,
para ir al baño y algunos paseitos cortos por la calle.
Su
hermano, mayor que ella era otro gran tertuliano nuestro y que le encantaba que
viniera a visitarla, otro hombre al que apreciaba mucho, al igual que el a mí.
Pocos meses de fallecer su hermana, moría el también… Descanse en Paz.
Lo
que más hizo para crear ese vínculo tan enorme de cariño entre ella y yo, era
su necesidad de compañía, de hablar, de sentirse comprendida, de notar mi
ayuda, aunque siempre quise que hiciese todo lo que ella podía hacer, le
ayudaba en lo que ella no podía hacer, pero me ayudaba en ocasiones a hacer su
cama, pelar patatas o lo que le mandaba….
Ella
era para mí y yo era para ella. Muchas horas, muchas charlas, muchas vivencias
que es complicado reflejar en un pequeño relato.
Tienes
dos hijos y una hija que son excelentes y maravillosas
personas, que la querían muchísimo pero que por sus trabajos no la podían
atender todas las horas del día pero que
estuvieron a mi lado en todo momento y con un trato exquisito para mi. Siempre
les estaré agradecida por el trato exquisito que recibí en ese hogar.
Mi
princesa era todo corazón, con un carácter fuerte, de los que me gustan a mí
para poder manejar la situación de la mejor manera posible.
Le encantaba ver a su Juan y Medio y
los niños que salían. Llegaban los suyos y los conocía a la perfección, como le
gustaba que estuvieran a su lado.
Sus
palabras graciosas siempre, como coño, cipote estaban siempre en su boca, hay
que joerse, cojones. Me reía cuando me decía que cosas más raras que hace esta
mujer, cuando en ocasiones me veía hacer yoga tirada al suelo en el patio con una
mantita, a la vez que le hacía a ella mover las piernas, jajaja.
Era lo más gracioso que he conocido en
persona mayor.
Disfruté
tanto con ella, que su sonrisa en su cara quedará para siempre en mi.
Lo
que recibes de una persona dependiente es mucho más que lo que das, eso me
quedó muy claro.
A
pesar de sus iras y enfados en esa ultima etapa de enfermedad, que incluso
marcarón días mis manos, se que me quiso mucho al igual que yo a ella.
Destacar
en MAYUSCULA que lo más grande que puedes dar a una persona dependiente es
mucho amor, comprensión, empatizar con ella, dejarla que sea lo más dependiente
que pueda ser, medicación la justa y necesaria. Ella tomaba una aspirina y
poquito más.
Mi
gran dificultad, el tema aseo, lavarse la cabeza para ella era una odisea, y
echemos muchas batallitas pero todo con mucho cariño y respeto.
Tenía
un cuadro en la cocina que me enamoró desde el día primero y que ahora cuelgo
en mi casa con todo el cariño del mundo.
Todo
transcurría sobre ruedas hasta que un día me di cuenta que el color de la orina
era anormal total, un color oscuro y feo.
Me
lo traje al centro de salud un sábado por la tarde para que hiciesen una
analítica y ya todo fue de forma rápida e inesperada.
La
orina tenía mucha bilirrubina, y el médico me informó que avisara a la familia
que tenían que venir al hospital.
Ambulancia, ecografía y un diagnostico
que nadie esperábamos
Había un cáncer de Páncreas en estado
muy avanzado y que no se podía hacer nada.
Nos dijeron que sería cuestión de días,
pero duró tres meses.
Jamás
se quejaba, perdió mucho peso, el color de su cuerpo era totalmente amarillo,
pero seguía resistiendo como una jabata.
No
comía apenas nada, solo tomaba leche y líquidos, poco a poco se fue apagando
pero jamás dijo yo estoy enferma o deseo morirme.
Tenía
adoración y pasión por uno de sus hijos, el que estaba más cercano a su
domicilio y que por motivos personales lo había tenido siempre a su lado.
Caminaba poquito, pero hasta dos días
antes de morir fue a su baño.
Ha
sido una experiencia en el cuidado maravillosa, un trato especial con ella y
con su familia.
Aquí
quiero hacer una mención especial al equipo de paliativos del hospital de
Pozoblanco por su trato cercano, amable y fabuloso en las úlltimas semanas de
vida. Dos profesionales con muchísimo corazón, energías , saber y apoyo
emocional.
Ella
no sufrío nada, todo controlado con un infusor de medicación para que todo
fuese mucho más fácil.
Se
marchó porque dejó de respirar, porque era su hora y su cuerpo ya era incapaz
de soportar más los efectos de esa enfermedad.
Mención
especial a mi amiga Tere, presidenta de Acuide que en todo momento estuvo a mi
lado para resolver dudas o algún problemilla que se me presentara..
Sus
palabras emotivas el día que falleció son dignas de mención en este relato:
“Hoy quiero tocar el sentimiento de
Caty, cuidadora en duelo porque su voz pálida es la esencia de su abatimiento,
e incertidumbre, pero satisfacción total.
Caty es la demostración de una cuidadora natural que sin nexo o vínculo con la persona cuidada, asoma los efectos de un cuidado responsable, profesional, pero sobre todo de afecto, cariño, respeto: el maná de la persona en su última etapa.
Caty es la demostración de una cuidadora natural que sin nexo o vínculo con la persona cuidada, asoma los efectos de un cuidado responsable, profesional, pero sobre todo de afecto, cariño, respeto: el maná de la persona en su última etapa.
.......Te has impregnado tanto de la tarea del cuidado, has respirado su corazón....,que ahora te afrontas a un duelo inquieto, silente, amarillo porque tu afanosa dedicación hacia "tu abuelita" creó un atisbo de vida deseante de inmortalidad ,de intemporalidad, de ahí su fortaleza a no apagarse, a des-existir.
Contigo seguro, los pliegues de su edad envejecida, se han vuelto pompas cromáticas de vida.....Has destapado su sonrisa lánguida y le has llenado de quietud y serenidad. Lo sé, ha sido así, a pesar de sus "iras".
.......Ya estás impregnada de la paradoja de la existencia....Ahora, guarda ese vínculo, comunícalo, desátalo.
Estas son las palabras de mi querida amiga Teresa Dueñas, presidenta de Acuide, asociación de personas cuidadoras de nuestras zona.
Palabras emotivas y que salieron del corazón el día que falleció la señora que cuidaba y que nos dejo el pasado 19 de Abril de 2013.
Suelo visitar su pueblo a menudo
porque me une mucha amistad con vecinas y personas mayores que me demuestran
cada día su cariño y agradecimiento a mi trabajo.
Hace unos meses he realizado un taller
de dulces típicos con algunas y esto lo reflejaba en mi blog:
Esa
princesita de 88 años queme enseñó muchas cosas a pesar de ser la última etapa
de su vida y que terminé con ella en ese año intenso a su lado.
Hoy he vuelto a encontrarme con muchas de esas vecinas, amigas y conocidas de ella en un taller de elaboración de dulces caseros, que ellas saben hacer a la perfección.
Al verme, rápidamente han venido a abrazarme y besarme.
Abrazos y besos de los de verdad, de los que que marcan, emocionan y gustan.
En otras ocasiones ya he coincidido con ellas y me han demostrado el aprecio que me tienen.
Muchas de ellas, nos visitaban y compartían con las dos ratitos de charla y compañía.
La gente mayor quiere y se deja querer, es lo que más me gusta de esa etapa de la vida.
La vejez es la etapa donde una persona necesita que la quieran más, que estés más a su lado, que le demuestres que la escuchas...
Justo es lo que tiene que hacer una cuidadora profesional, querer, ayudar, escuchar, acompañar, entender, empatizar.... toda esa lluvia de ideas que pusimos en común las cuidadoras en el taller del miercoles pasado.
Como me gusta que me digan, que buena cuidadora fuiste con ella, como la quisiste y que bien lo hiciste hasta el final...
Este es el buen sabor de boca que queda cuando el trabajo está bien echo, cuando una pone todo el corazón y esfuerzo en lo que hace.
Gratificante y emocionantes las muestras de cariño recibidas.
Hoy he vuelto a encontrarme con muchas de esas vecinas, amigas y conocidas de ella en un taller de elaboración de dulces caseros, que ellas saben hacer a la perfección.
Al verme, rápidamente han venido a abrazarme y besarme.
Abrazos y besos de los de verdad, de los que que marcan, emocionan y gustan.
En otras ocasiones ya he coincidido con ellas y me han demostrado el aprecio que me tienen.
Muchas de ellas, nos visitaban y compartían con las dos ratitos de charla y compañía.
La gente mayor quiere y se deja querer, es lo que más me gusta de esa etapa de la vida.
La vejez es la etapa donde una persona necesita que la quieran más, que estés más a su lado, que le demuestres que la escuchas...
Justo es lo que tiene que hacer una cuidadora profesional, querer, ayudar, escuchar, acompañar, entender, empatizar.... toda esa lluvia de ideas que pusimos en común las cuidadoras en el taller del miercoles pasado.
Como me gusta que me digan, que buena cuidadora fuiste con ella, como la quisiste y que bien lo hiciste hasta el final...
Este es el buen sabor de boca que queda cuando el trabajo está bien echo, cuando una pone todo el corazón y esfuerzo en lo que hace.
Gratificante y emocionantes las muestras de cariño recibidas.
Tenía
un cuadro en la cocina que me enamoró desde el día primero y que ahora cuelgo
en mi casa con todo el cariño del mundo.
Ella falleció y nos dejó pero para mí
quedará siempre en el recuerdo como una vivencia maravillosa.
Murió con sus manos cogidas a las mías
y con sus hijos al lado, en su cama y su hogar.
Satisfacción total con mi trabajo y su
cuidado.
Siempre te recordaré, PRINCESA.
Yoga y Reiki.
El primero de ellos lo conocí hace ya tres años y que me ayuda mucho en mi vida diaria a coger calma en momentos que lo necesito.
Encantada de practicarlo dos días en semana con un gran profesional y por libre en casa.
Me encanta salir al campo, respirar y tumbarme para coger energías del sol, eso que es casi gratis si vas caminando.
Reiki, lo conocí el año pasado en un taller que realizaron voluntarias-os de Reiki Pozoblanco.
Para mí era un mundo desconocido, pero que poco a poco voy conociendo y me gusta.
Desde aquí dar las gracias a ese equipo de buena gente que estos cuatro sábados han echo que nos sintamos a gusto con la energía de sus manos.
Os dejo el enlace a su Facebook.
https://www.facebook.com/groups/215990121898931/?ref=ts&fref=ts
Y también a su blog por si os interesa:
http://reikipedroches.blogspot.com.es/
Para mí muchos días tenían que tener 48 horas, porque la agenda esta completa totalmente.
Les robo tiempo a mis hijos y mi marido, pero intento compensarlos el fin de semana.
Encantada de practicarlo dos días en semana con un gran profesional y por libre en casa.
Me encanta salir al campo, respirar y tumbarme para coger energías del sol, eso que es casi gratis si vas caminando.
Reiki, lo conocí el año pasado en un taller que realizaron voluntarias-os de Reiki Pozoblanco.
Para mí era un mundo desconocido, pero que poco a poco voy conociendo y me gusta.
Desde aquí dar las gracias a ese equipo de buena gente que estos cuatro sábados han echo que nos sintamos a gusto con la energía de sus manos.
Os dejo el enlace a su Facebook.
https://www.facebook.com/groups/215990121898931/?ref=ts&fref=ts
Y también a su blog por si os interesa:
http://reikipedroches.blogspot.com.es/
Para mí muchos días tenían que tener 48 horas, porque la agenda esta completa totalmente.
Les robo tiempo a mis hijos y mi marido, pero intento compensarlos el fin de semana.
viernes, 4 de abril de 2014
Seguimos con formación y aprendiendo mucho unas de otras.
Seguimos haciendo cursos de formación para Cuidadoras, gracias a la Asociación Acuide.
Todo muy interesante y aprendiendo cosas nuevas del apasionante mundo de cuidar, tarea no fácil.
Cada vez que escucho a mis compañeras, tengo que reconocer que tuve la gran suerte de cuidar y disfrutar de las mieles del cuidado.
Una señora con 88 años y que no quiso usar pañal hasta sus últimos días de vida.
Ahora se acercan fechas tristes, ya mismo hace un año que murió y su recuerdo quedará para siempre en mí.
Tengo escritos varios relatos, que tengo intención de colgar en su momento.
Este es el programa del taller para cuidadoras que estamos realizando:
Todo muy interesante y aprendiendo cosas nuevas del apasionante mundo de cuidar, tarea no fácil.
Cada vez que escucho a mis compañeras, tengo que reconocer que tuve la gran suerte de cuidar y disfrutar de las mieles del cuidado.
Una señora con 88 años y que no quiso usar pañal hasta sus últimos días de vida.
Ahora se acercan fechas tristes, ya mismo hace un año que murió y su recuerdo quedará para siempre en mí.
Tengo escritos varios relatos, que tengo intención de colgar en su momento.
Este es el programa del taller para cuidadoras que estamos realizando:
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